domingo, 17 de junio de 2018

LA FORQUETA DE ARINTERO.


Ruta realizada, el Viernes, 01-06-2.018.


Si quieres el track entra en el siguiente enlace: La Forqueta de Arintero.


El Jueves 10 de Mayo y desde la cima del Correcillas nos llamó la atención la crestería de Arintero con su enorme Forqueta, que como enorme ventanal y hacia su mitad parece dividirla en dos. 

Por eso, el Viernes primero de Junio y como primer día del fin de semana en Cerulleda, afrontamos el recorrido de la misma. El relieve de la peña de la Forqueta divide las dos cuencas, la del Curueño y la del Porma.
Recorrido realizado.
Pueblo de Arintero. Pueblo perteneciente al municipio de Valdelugueros en la Provincia de León, en la comarca de los Argüellos y situado a 1.314 metros de altitud.
Escudo de la Dama de Arintero en su casa.

Mitos y leyendas Sería imperdonable pasar por alto la hermosa leyenda que recorre la Montaña Central leonesa protagonizada por la heroína que dio fama y renombre a su pueblo de Arintero. Muchas son las versiones que recoge la literatura romanceada en distintos puntos de la montaña, y hasta fuera de la provincia de León. Todos ellos presentan una constante: la tristeza de un padre que sólo tiene siete hijas y ningún varón que le pueda lberar de servir al Rey -Fernando el Católico- en la guerra que sostiene en la ciudad de Toro contra el monarca portugués casado con la aspirante al trono español, Juana «La Beltraneja». «Calle usted, mi padre» Pero el señor de Arintero, aunque a pesar suyo, recibe la incondicional ayuda de su hija Juana, que según la leyenda, se dirigió a su padre de la siguiente manera: «...Calle usted, mi padre, calle/ no eche, no, esa maldición/ si tiene usted siete hijas/ Jesucristo se las dio./ Cómpreme armas y caballo,/ que a la guerra me voy yo/ Cómpreme una chaquetilla/ de una tela de algodón/ para apretar los mis pechos/ al lado del corazón...» Y de esta manera, nuestra brava montañesa se alista con la milicia real haciéndose llamar «El Caballero Oliveros», hasta que uno de sus muchos arrojos junto al enemigo, se le desabrocha el jubón y quedan al descubierto sus atributos de mujer ante el asombro de sus compañeros de armas, que hacen llegar el suceso a oídos del Rey Fernando, quien llama a la joven Juana a su presencia y, a pesar de su visible sofoco, le dice: «...Oliveros, no me mientas/ que yo sé por lo que es/ que valiente como un hombre/ tú eres una mujer...». Otra de las constantes que se dan en todas las versiones, es la de los privilegios que el Rey concede a Juana por su demostrado valor y servicio a la Corona: «...Toma esas concesiones/ y vete para tu casa/ que jamás servirá al Rey/ ninguno de la tu raza.// Poseeréis todos los montes/ y no pagaréis portazgo/ y allí tú disfrutarás/ con títulos nobiliarios».

Texto copiado del diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/diarioescuela/dama-arintero-valor-mujer-convertida-caballero_162128.html

Después de esta bonita leyenda comentada por mi compañero Javier Fdez. Santín "DECIMAENCIMA.BLOGSPOT.COM".  "La ventanona de la Forqueta nos observa".
Atravesamos el pueblo y poco tiempo después nos desviamos a la derecha en dirección Este... 
 ...en busca del inicio de la crestería y acercándonos por su parte derecha...
...comenzará aquí una crestería larga, "9 Km", pero preciosa con una roca excepcional en todo su recorrido.
  Un pasada de disfrute.
 Abajo el pueblo de Arintero, y yo agarrándome con mucho tiento. ¡Si me ve la Dama!. También se aprecia el contrafuerte que baja del pico de las Vallinas. 
 Así mejor.
 Disfrutando como si no hubiera más.  ¡Y vaya si lo había!.

Santín gran conocedor de la zona comentándonos los diversos nombres de la cumbres del entorno.
Con Santín en la cima del pico Gudín. 1.546 metros de altitud, primera cima importante del recorrido. Detrás de nosotros y a mi derecha el pico Bodón.
 Del pico Gudín bajamos unos cien metros y recorremos la separación del mismo con la crestería de la Forqueta.


En esta toma se aprecia el inicio de la crestería que nos llevará hasta la Forcada, pero atrás y abajo vemos el pico Gudín y su pequeña crestería; y detrás, el otro ramal de crestería que sube al pico de la Vallinas y luego a su cumbre más alta; Peñabueno.
Y nuevamente a la roca.

 Y otra vez a trepar esta vez en dirección Norte.

Seguimos avanzando con algún sube y baja leve.





Unos más grandes que otros, claro.


 Con Antonio comentando el paisaje.
Una vez en esta parte de la crestería damos vista al valle de Valdehuesa y al embalse del Porma con el Museo de la Fauna Salvaje a la derecha.
 Con " Toño Muros".

 Espectacular, no me cansaría de repetir este adjetivo. La recomiendo a todo aquel que le guste trepar y destrepar, una pasada.



Con Antonio disfrutando.



Vamos avanzando en la crestería como se aprecia en esta fotografía. Lejos queda Peñabueno y el pico Gudín.



 Pequeños trepes y destrepes y siempre con la mejor roca posible.
Hay muchas opciones de progresar, cresteando o pasando a media ladera.


 Los compañeros disfrutando al igual que yo.
 Posibilidad de crestear o ir por otra zona, la que cada cuál crea más apetecible.



Últimos metros a cumbre.
 Javi cerca ya de la cima de la Forcada.

No estamos solos;  al contrario éstos son los dueños de las alturas y desventíos del entorno.
 Cumbre de peña Forcada. 1.707 metros de altitud.
Seguimos cresteando en dirección a la Forqueta, la que vemos enfrente pero no se puede bajar por la crestería. Una canal estrecha y con un desplome al final de la misma, nos lo impide.

Por lo que regresamos sobre nuestros pasos buscando terreno propicio para descender.

Cara Sur de la Forqueta. Impresionante e insondable, salvo escalándola.
Cara Norte de la Forqueta. En esta toma se aprecia a la izquierda la canal que comenté antes con la estrechez y luego el salto enorme. Descendemos por camino un poco marcado y salimos a la ventanona de la Forqueta sin problemas, aunque no tendríamos que haber bajado tanto, tendríamos que asomarnos al corte que vemos a la derecha, por el cuál podríamos haber bajado. " Habrá que volver".

Para subir de nuevo a la crestería, bordeamos unos metros por su margen izquierdo, el de Curueño y subimos primero por canalizos cómodos...



...y más tarde no tan cómodos y algo expuestos, aunque el brezo y sus gruesas raíces nos permitieron subir.

 La verticalidad como vemos es importante hasta que se alivia en la cimera.




Cumbre de la Forcada. 1.723 metros de altitud y el punto más elevado de la crestería.

 La siguiente parte de crestería es corta y enseguida tenemos que destrepar.
 Destrepe vertical pero con buenos apoyos.

 Bajamos a zona cómoda de brezo.


 Y vamos en busca del resto de crestería que nos llevará hasta la cumbre del pico Socellerón.

Todavía queda mucha crestería, prosigue el disfrute.
 Pero para llegar al pico Socellerón todavía tenemos ante nosotros otro buen tramo de crestería, con agujas y crestas importantes.
La roca sigue siendo de primera calidad.

Terreno con alguna que otra aguja...

...alguna algo incomoda.

Antonio en esa zona más expuesta.

Javi abriendo brecha.
 En esta toma se aprecia el pedazo de crestería, con el trozo de Brezo y roca que une la Forqueta al resto de crestería, la cuál finalizará en el pico Socellerón.


 Aproximándonos a cumbre.
  
Cumbre del pico Socellerón. 1.643 metros de altitud.
 De la cumbre del Socellerón seguimos cresteando hasta el final de la misma; hasta que un corte importante nos corta el descenso. 
Podemos bajar por la izquierda o por la derecha de la crestería.
 Optamos por una canal a la izquierda (sentido de la marcha) de la crestería, que sin apenas dificultad y por camino marcado nos deja en la bellas praderas próximas a la Reguera.





 Una última mirada a la amplia canal por la que descendimos.
 Por terreno cómodo y dejando atrás el pico Socellerón, remontamos un poco hasta la pista que nos dejará de nuevo en Arintero. 
Termino el reportaje con esta preciosa panorámica de la ruta recorrida y sin cansar de repetir que es una gozada de crestería. Como dice la canción:    "Volveré".




Recordatorio copiado del Sr. Ballesteros:


ATENCIÓNRecorrido sólo para personas con experiencia en terrenos peligrosos y acostumbradas a trepar con el vacío inmediato. El error se paga muy caro, no hace falta decir con qué... Por supuesto, totalmente desaconsejable con tiempo húmedo.








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